Ángel Luna, portavoz de los socialistas en Les Corts Valencianes, ha sido confundido por un sicario por el señor Francisco Camps, hasta ahora presidente de la comunidad Valenciana.
A las pocas horas de verter unas palabras jamás antes oídas en política en nuestro país, (no olvidemos que acusó a Luna de querer asesinarlo o verlo muerto). Camps se escuda en que semejantes vocablos fueron vertidos en pleno fragor parlamentario.
Conozco a Ángel Luna hace algo más de treinta y tres años, y por lo que sé de él, es muy difícil verlo acalorado, vociferando o alterando el orden establecido. Así que, el fragor de Camps no debe ser otra cosa que el miedo a perder el sillón donde aposenta sus espléndidos trajes, porque, de otra manera, cabría afirmar que sufre alguna enfermedad peligrosa.