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domingo, 10 de junio de 2018

UNA SENDA LLENA DE DIFICULTADES, PERO ESPERANZADORA

foto de África Lorente
La Constitución, que deberíamos empezar a consensuar hacia cambios que muchos encontramos lógicos, es la que ha permitido la situación actual en la que se encuentra el gobierno de la nación.
Que nos gobernara un partido que sale de sede judicial señalado como corrupto, nos convertía a todos en rehenes de un presidente y un partido que sin duda debe de tener entre sus filas a muchísima gente honrada, pero que necesita una total regeneración. La regeneración vendrá cuando desaparezca de entre sus cuadros todo aquel o aquella que sea sospechoso de contar con mácula en su expediente personal.
Del proceso democrático y ajustado a la constitución ha salido un nuevo presidente y un equipo de gobierno que genera, en términos generales, la confianza de buena parte de los ciudadanos, sin olvidar que ese gobierno cuenta tan solo con 84 dipiutados de los 350 que componen la cámara. El investido nuevo presidente, Pedro Sánchez, ese hombre al que en un artículo en este medio definí como el “El vivo más veces enterrado” hace de esto más de dos años, ha cogido el “maillot” amarillo, como decía en EL PAÍS Teodoro León Gross y “si no le dejan gobernar, irá a elecciones con viento de cola; y si le dejan gobernar un tiempo, irá a elecciones con viento de cola”. Como el propio León indica, el viento de cola es aquel que permite a los ciclistas pedalear con más empuje.
La senda está llena de dificultades, pero la esperanza de que nuestro país tome un nuevo rumbo que nos vuelva a dotar de prestigio democrático y limpio, que calmemos los ánimos en Catalunya y que se ejerza el diálogo.

Escrito para LA VOZ DE CASTELLDEFELS

domingo, 12 de octubre de 2014

EL LINCHAMIENTO DEL DISIDENTE


Dirán ustedes que son una minoría, que no representan a aquellos que pacificamente se manifiestan y piden una consulta, pero los derroteros por los que algunas personas, por llamarlas de algún modo, encaminan su ideología no puede recibir otro nombre que fascismo. Hago referencia a los insultos que ha debido aguantar Joaquim Brugué.
Pere Ríos, periodista de EL PAÍS, hacía una crónica de los hechos el pasado 8 de octubre: “Joaquim Brugué (Barcelona, 1963) dimitió el domingo como miembro de la comisión de control (la junta electoral) que vela por la consulta soberanista del 9 de noviembre al considerar que “no ofrece condiciones democráticas”, según aseguró en Twitter. Empezó entonces “un linchamiento”, que perduraba ayer, cuando escribió en su cuenta que “una sociedad cruza una frontera cuando considera que el fin legitima los medios”. En conversación telefónica con EL PAÍS, Brugué se ratifica en sus críticas sobre cómo están gestionando el proceso las instituciones catalanas y los partidos soberanistas, entre ellos, Iniciativa per Catalunya Verds, que le propuso para esa comisión de control. “Llevan días escenificando para que no se diga que no han ido hasta el final, pero saben que no habrá consulta”, explica”.
Brugué, prestigioso catedrático de Ciencias políticas i sociología ha sido atacado y “socialmente linchado” por el hecho de pensar que la consulta no tiene garantías democráticas.
En este orden de cosas, unos estudiantes independentistas, asaltaron la sede del PSC de Les Corts, en Barcelona, e hicieron pintadas de un tono que también debe recibir el calificativo de fascista.
Serán una minoría, repito, pero algunos de los que piden “libertad” para votar no son capaces de respetar la libertad de los otros para disentir de un proceso que reune todos los requisitos de la ilegalidad y, por tanto, del no reconocimiento del resultado.

Escrito para LA VOZ DE CASTELLDEFELS