La
CEOE pide que las fiestas se celebran en lunes, ¿También las que caen en
domingo? Dicen nuestros empresarios que la economía pierde mucho fuelle debido
a los puentes y que no todos los trabajadores pueden disfrutarlos. Así que en
aras a la riqueza del país y la igualdad entre los trababajadores deberíamos
sacrificarnos y renunciar a los puentes. Una vez puestos ¿por qué no renunciar
a las fiestas, sin más?
Dicen
que somos el cuarto país (de 15 analizados en Europa) que más días festivos
tiene y se les olvida añadir que en el mismo estudio aparecemos como los
cuartos que más horas de trabajo realizamos. ¿Por qué no utilizar la tijera en
esta segunda parte?
No
digo que no debamos racionalizar nuestras horas de trabajo, convencida como
estoy de que en este país no nos hemos puesto las pilas acorde con los tiempos
que corren. Propongo empezar por reorganizar los horarios. En Europa se acaba
la jornada laboral mucho antes que aquí y los comercios también cierran sus puertas
a horas más tempranas. Empecemos por ahí: reduzcamos las horas entre la jornada
de la mañana y la de la tarde o suprimamos las jornadas partidas, conciliemos
de verdad la vida laboral y familiar y que no nos pirateen los puentes, que
también está demostrado que cuando el trabajador descansa rinde más.
Escribo
este artículo mientras disfruto de un puente. Voy a disfrutarlo al máximo, por
si desaparcen y tenga que explicarle a mis nietos algo así como: “Cuando era
joven existía una cosa tremenda para la economía que se llamaba puente, por
suerte para los trabajadores, desapareció tan brutal costumbre y desde entonces
se ha instalado la riqueza y la igualdad entre nosotros”.
Escrito para La voz de Castelldefels