Hoy, día 5 de mayo, el Presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero y el líder de la oposición, Mariano Rajoy, se ha reunido en el Palacio de la Moncloa. Cierto es que han llegado a algunos acuerdos, pero las declaraciones previas y posteriores no parecen asegurar que haya entendimiento.
Aquí, donde la crisis sacude con ganas, no hay manera de que ambos líderes aparezcan juntos para fumar la pipa de la paz en las necesidades básicas.
Ayer, día 4, varios medios de comunicación internacionales vaticinaban para España el mismo descalabro que Grecia. Una noticia falsa y con intenciones claras de arremeter contra el euro utilizando nuestro país como excusa. Veamos qué hizo cada uno de ellos.
Zapatero, ayer en Bruselas, calificó de "absoluta locura" y "despropósito descomunal" el rumor de que España baraja la posibilidad de pedir una ayuda de 280.000 millones de euros a la Unión Europea para evitar la quiebra.
Rajoy, ayer, en Puertollano declara: "Grecia no decidió en su momento y luego decidieron por él y yo no quiero que nadie decida por mi país, sino el Gobierno de España y las Cortes Generales, y eso es lo que tiene que hacer Zapatero".
Digamos que esto no se parece en nada a los países con cordura, léase Alemania, que a pesar de su escandaloso retraso en tomar el acuerdo respecto a Grecia, aparece unida en el Reichstag demostrando así lo que se entiende andar con cordura por la difícil situación que padecemos.
Rajoy, en cambio, sale de la Moncloa, acude a su sede de partido y pide elecciones anticipadas. ¡Ole, que diría un castizo!
El tiempo dirá quién tiene razón, pero por de pronto, esta misma mañana, la Comisión Europea ha mejorado las previsiones para la economía española, aunque calcula que no saldrá de la recesión hasta el segundo trimestre del año -en el que ya estamos-. Así lo aseguró Zapatero en su comparecencia en Bruselas. Insistió en que la recesión parece superada y ya se registran datos positivos en el PIB de estos últimos meses, pero claro, son palabras de Zapatero que parecen no tener mucha credibilidad entre los especuladores de la bolsa. Así nos va.