Sólo faltaría que un periodista no pudiera ir a comer con quien quiera, entra en la profesión, además, si los fotografiaron es que no se escondían. Solo una cuestión de psicóloga de tres al cuarto: ¿no os parece que los está adoctrinando?
La palabra es el arma de los humanos para aproximarse unos a otros. Ana María Matute.