sábado, 1 de mayo de 2010

Farenheit 451. Artículo de Gemma Lienas en "El País"


 Tenía 15 años cuando se estrenó la película de Truffaut Fahrenheit 451, y no fue hasta después de haberla visto cuando leí la novela de Ray Bradbury. Casi medio siglo más tarde, todavía soy capaz de recordar la escena de la biblioteca, esa en la que los bomberos, Montag y su cuadrilla, irrumpen en una impresionante estancia particular para quemar, con sus lanzallamas, todos los volúmenes. Y, con mayor nitidez todavía, recuerdo las emociones que me provocó. La primera, a la vista de aquellas paredes empapeladas de libros, fue una sana envidia; entonces decidí que, de mayor, tendría una biblioteca lo más parecida posible a aquella. La segunda, terror e incredulidad, cuando los hombres la destruyen. Salí del cine resuelta a convertirme yo también en una mujer-libro si algún día el mundo que Bradbury predecía llegaba a hacerse realidad.

Lo cierto es que desde entonces siempre he sabido qué libro memorizaría para poder recitarlo incansablemente en un claustro medieval y guardar así memoria de las letras. El título elegido ha ido cambiando a lo largo de los años, según se han ido modificando mis gustos de lectora y según he ido descubriendo nuevos horizontes. Hubo años, por ejemplo, en que pensé que memorizaría todos los cuentos de Cortázar; ahora, en cambio, reservaría ese privilegio a una autora, por ejemplo, a Margaret Atwood, a Joyce Carol Oates o a Jane Austen, porque, precisamente por ser mujeres, correrían el riesgo de quedar borradas del mapa, como les sucede a la mayoría en libros de texto, enciclopedias y premios institucionales. Pero la verdad es que siempre pensé en ello como en un juego.
El 23 de abril pasado coincidí con un político catalán en una fiesta literaria. Y, de pronto, en plena conversación acerca del futuro de la literatura, los libros y, sobre todo, los derechos de autor, tuve la sensación de estar en una recreación de la escena de la biblioteca. "Olvídate de todo eso", me decía, "los textos escritos están condenados a desaparecer y quienes escribís libros tendréis que reconvertiros en guionistas, pues sólo la cultura visual sobrevivirá". Sentí el calor de los lanzallamas.
Me resisto a creer que la cultura escrita pueda desaparecer mientras queden en el mundo personas adictas a la lectura, como Anne Fine, autora de Ex libris, un divertido y emotivo ejercicio sobre el amor a los libros. En uno de los últimos capítulos, comenta un cartel publicitario en el que una cabra está comiendo un clavel y dice que, a juzgar por el brillo omnívoro de sus ojos, si el rumiante no tuviera a mano una flor se podría tragar el tiesto de plástico o la furgoneta. Y sentencia: "Conozco ese brillo, porque es lo que siento con la lectura. Prefiero un libro, pero si es necesario me conformaría con el manual de instrucciones de un cepillo de dientes eléctrico".
Yo, que también soy omnívora y coleccionista de libros (sigo empeñada en emular a Truffaut), empiezo a preguntarme si no somos especímenes destinados a desaparecer.
Y lo digo porque la voracidad lectora y la compulsión libresca se aprenden en la tierna infancia, mediante modelos que, durante años, han proporcionado a veces la familia y siempre la escuela.
Muchas niñas y niños comenzaban a construir su propia biblioteca a partir de las tres obras anuales que estaban obligados a comprar y a leer. Esos libros se podían marcar con el propio nombre, con subrayados o con comentarios al margen; se podían leer en la cama, en la playa o en el baño; podían llegar a estar dedicados por el autor o autora; estaban ahí para ser releídos tantas veces como se quisiera...
Ahora no. Ahora, en nombre de la cultura gratuita, las 30 novelas para el aula son compradas por el centro, que las reutilizará un año tras otro, impidiendo así no sólo la formación de bibliotecas personales, sino también la suya propia y convirtiendo, además, la lectura en una mera actividad escolar.
Deberíamos seguir posibilitando que las generaciones futuras imaginen, como Borges, que el paraíso podría ser algún tipo de biblioteca.

miércoles, 21 de abril de 2010

Firmas de autores de Castelldefels

El viernes 23, algunos escritores de Castelldefels firmaremos nuestra obra en la Plaza de la Iglesia, de 18 a 20 horas. Os esperamos.

Un objeto revolucionario para la mente y la cultura. La nueva hora del entretenimiento.

martes, 13 de abril de 2010

ABUSOS SEXUALES ¡NO!


Delphine Saulière, Bernadette Després  han escrito un libro con este título.
No es fácil hablar a un niño sobre violencia sexual. Pero es esencial abordar el tema para ayudarle y protegerle, haciendo que se dé cuenta de las situaciones de peligro y pueda romper su silencio.
Abusos sexuales ¡NO! enseña al niño o la niña, a través de cinco historias en cómic, qué son los abusos sexuales, en qué circunstancias suelen darse y cuáles son los casos más frecuentes. En cada historia se ofrecen las reacciones más habituales de los niños, los posibles peligros que entrañan y cuál es la reacción más adecuada para defenderse.
Incluye un pequeño diccionario de palabras relacionadas con los abusos sexuales para que el niño pueda comprenderlas, así como direcciones de Internet de interés y teléfonos de emergencia a los que poder acudir directamente en caso de encontrarse en una situación de abuso.
Es importante que los niños y niñas accedan a este tipo de información, porque los que sufren estos abusos, en muy pocas ocasiones, son capaces de comunicarlo, sintiendo, incluso, una culpa inexplicable.
Por otro lado, El Vaticano divulga una guía de procedimiento ante abusos sexuales. ¡Nunca es tarde si la dicha es grande! Aunque hace tantísimos años que se producen que causa estupefacción la tardanza en divulgar esa guía y, sobre todo, el manto de silencio sobre la multitud de casos conocidos.

domingo, 11 de abril de 2010

Imparable Cancellara, Impresionante Flecha en la París-Robaix 2010

Fabian Cancellara, Espartacus, ha estado intocable en su valiente despegue del pelotón, consiguiendo el preciado número 1 de la París-Roubaix. Juan Antonio Flecha,  siempre entre los primeros, ha llevado a rueda en los últimos kilómetros, sin que le diera relevos a Thor Hushovd, que no ha tenido el más mínimo reparo de adelantarlo en los últimos metros. Así es el deporte. Los hay que juegan limpio y los que no. No obstante, Flecha ha quedado tercero, muy por delante de uno de los grandes favoritos, Boonen.
Felicidades a Cancellara y a Flecha y, por supuesto, a todos los que han corrido "El infierno del norte".

jueves, 8 de abril de 2010

Yo estoy a favor de educar en igualdad

Hoy se han presentado los primeros materiales de la campaña Educando en Igualdad, una campaña dirigida a apoyar al profesorado en el reto de incorporar la igualdad tanto en los centros educativos como en los contenidos curriculares.
Por cierto que teneis las estupendas intervenciones de la presentación en el Canal You Tube de Educando en Igualdad
Y resulta tremendamente llamativo y preocupante la reacción mediática: sólo los medios de la derecha recalcitrante han recogido la noticia... Libertad Digital, La Razón, etc. y por como no podía ser de otra manera, con titulares cómo: Igualdad propone vetar cuentos «sexistas» como «Blancanieves» o Aído se convierte en la "mala del cuento" para "cargarse" a Cenicienta
Me pregunto los motivos del resto de medios para no hacerse eco de la campaña y sospecho que tiene que ver con el hecho de que las iniciativas sobre igualdad en los diversos frentes son acogidas con tanta normalidad y nos resultan tan habituales -algo que sin duda debemos celebrar- que ya no nos parece digno de destacar como noticia.
Y el resultado final es que la internet, los medios de comunicación electrónicos se inundan de comentarios basura, de ataques injustificables a proyectos que son fundamentales para lograr una sociedad más justa, para avanzar en la no discriminación de las personas... ataques que además acaban convirtiéndose en nuevo motivo de burla para la Ministra Aído y para la nueva Directora del Instituto de la Mujer Laura Seara.
Trabajar por una educación igualitaria y no discriminatoria era una asignatura pendiente -y nunca mejor dicho- de este gobierno. Previsto en la Ley Integral contra la violencia de género y en la Ley de Igualdad hemos tardado años en ver concretado un proyecto amplio y potente.
Hay que reconocer el compromiso en este sentido de gobiernos autonómicos como Asturias o Andalucía generando materiales y proponiendo dinámicas en el aula de las que nos hemos nutrido todas y todos. Pero seguimos teniendo por delante el reto de que la coeducación llegue a las escuelas en todo el territorio del Estado Español y la campaña Educando en Igualdad lanzada por el Ministerio de Igualdad con la Federación de Enseñanza de UGT es una buena oportunidad para ello.
(Texto de Mujeres en red)

miércoles, 31 de marzo de 2010

Eva Peruga, defensora de la igualdad en El Periódico de Catalunya

Que sepamos, Eva Peruga es la primera defensora de la igualdad en un medio de comunicación. El gesto de El Periódico se convierte en un hecho importante, no sólo por su decisión, sino porque debería estimular a otros muchos medios de comunicación a seguir la misma linea.
Deseamos a Peruga una larga vida llena de aciertos en su nuevo cometido, no exento de dificultades.

miércoles, 10 de marzo de 2010

La importancia de ser correspondido



Hace meses recibí un mensaje a través de Facebook en el que una conocida me solicitaba ayuda para un problema de custodia con su hijo. Confieso que tardé unos días en responder porque, ante la zozobra de la peticionaria y mi imposible ayuda, no se me ocurría qué decir para no agudizar su decepción. Tras darle vueltas y más vueltas pensando en la desesperación de esa madre, lo único que se me ocurrió fue algo que le servía de poco: que lo sentía mucho, pero no poseía ningún recurso para la demanda. Ignoro lo que pensaría al respecto porque no volvió a ponerse en contacto.
Recurro a este ejemplo para reflexionar sobre lo poco que han educado nuestra sensibilidad ante el infortunio de nuestros amigos o conocidos. En muchas ocasiones alguien nos pide ayuda y ante la imposibilidad de hacer nada, adoptamos la callada por respuesta. ¿Qué le voy a decir si no puedo hacer nada? Tal vez un comentario del estilo: he recibido tu mensaje y me tomo interés, reconfortara al solicitante.
Esta pequeña reflexión viene al hilo de una conversación con un amigo. Envió un correo electrónico informando de que a su hijo se le acababa el subsidio por desempleo en pocos días y solicitaba ayuda para encontrarle un trabajo. Ni uno solo de los que recibió el correo respondió. Nadie se tomó la molestia de decir: miraré lo que puedo hacer, o simplemente, he recibido tu mensaje. Mi amigo se sintió muy decepcionado. Los pequeños detalles son reconfortantes en muchas ocasiones, aunque no lleven aparejada una solución. Es la importancia de ser correspondido.
Por cierto, el hijo de mi amigo encontró trabajo hace unos días, gracias a uno de los cientos de curriculums depositados en innumerables empresas.