Mi trabajo consiste
en asesinar la luna,
por eso me pagan.
Hago pentagramas
con expedientes
amarillos
y pompas
de jabón.
La administración pública
está llena de silencios
que entierro en mis pies
y a veces
(sin querer)
me traigo a casa.
Me he sentado
en el despacho vacío
y querría crear
algo más
que decretos
y metáforas.
Ahora cocino mi piel
con ajitos frescos,
a nadie le importa
lo que llevo dentro.
Levanto las cejas
y a veces sueño.
No tengo dibujos
ni apellido
ni dinero.
Tengo una cuerda floja
donde mezclo mis besos.
Noemí Trujillo Giacomelli,
V Certamen de Poesía ANTONIA PÉREZ ALEGRE
FUNDACIÓN ESPEJO 2010
Gracias, África, acabo de ver que has publicado este poema mío en tu blog y me ha hecho mucha ilusión... la verdad es que no fue fácil mi tiempo de trabajo en la administración pública porque supongo que siempre pesaba más mi lado de poeta que mi lado de funcionaria... así que ahora que intento ser, como tú, escritora, agradezco mucho esta mano que me tiendes. Un abrazo. El poema es originario de mi segundo poemario, Lejos de Valparaíso, y se publicó en el libro de poesía Antonia Pérez Alegre porque participé con él en el concurso.
ResponderEliminarCosas de la vida, Noemí. No sabía de tu etapa de funcionaria anterior a la anterior. Hoy me ha traído un poemario tuyo, manuscrito, una persona que te lo quiere devolver porque así se lo pediste.
ResponderEliminarEste que publico me parece precioso.