Un
tercio de los catalanes y catalanas mayores de 16 años acudieron a votar el
pasado 9 de noviembre, dos millones trescientos mil. De ellos, 1.861.000 han
apoyado la propuesta del Sí-Sí. Decir que solo un tercio acudió a votar o que
la suma de los síes representa al voto independentista y decirlo con
menosprecio es prueba evidente de la ceguera de quien hace semejantes
afirmaciones.
Yo
no voté porque mi opción era y sigue siendo una consulta pactada y acordada.
Una consulta en la que cada cual pueda hacer campaña de su opción y una
consulta validada por organismos nacionales e internacionales, pero negar la
evidencia es de necios. Tampoco fui a votar porque mi apuesta es federal,
aunque ahora no toque extenderme sobre este asunto.
El
9N hubo personas que votaron con la misma sensación que tuvimos muchos ante las
primeras elecciones democráticas, es decir, con un sentimiento inexplicable
lleno de verdadera ilusión y entusiasmo. No les valía el argumento, cierto, de
que aquí votamos cada año, para ellos fue como si nunca hubieran ejercido el
derecho al voto.
Ignorar
a todos estos votantes o ningunearlos no hará más que profundizar la brecha que
hoy existe entre el sentir de los ciudadanos y la política llevada a cabo por
los responsables.
Otra
cuestión bien distinta son los argumentos esgrimidos por los pro independencia,
tan falaces en muchos casos como los que algunos hicieron para conseguir la
mayoría absoluta de la que hoy disfrutan. Una Catalunya independiente no nos
hará más felices, ni comeremos helado de postre todos los días ni hará que
encontremos trabajo con mayor facilidad ni seremos más libres ni…
También
expresar nuestro rechazo a todos aquellos que interponinedo recursos judiciales
intentaron impedir lo que a todas luces era una voluntad de un buen número de
catalanas y catalanas (al margen de los llamaminetos mesiánicos).
Con
todo el respeto hacia los que votaron sí-sí, sí-no, sí-blanco o no y con toda
la carga de reflexión que ello supone, deberíamos de acordar una vía que
satisfaga a la mayoría y que nos conduzca a tener la Catalunya que expresemos
en las urnas legalmente constituídas.
Escrito para LA VOZ DE CASTELLDEFELS