sábado, 13 de diciembre de 2014

EL IMPERIO DEL CONTRATO "LOW COST"

Los últimos datos conocidos en noviembre nos dicen que unos pocos, muy pocos, han encontrado trabajo en este que tradicionalmente es un mes malo. Nos congratulamos por ello. Junto a este dato positivo nos ofrecen otro que es desalentador: el 91’5 % de ellos son temporales. Desde el punto de vista de la persona que carece de trabajo es seguro que escucharemos que aunque sea temporal, bienvenido sea. Y es difícil no compartir la opinión, por más que sepamos que el empleo temporal tiene una repercusión directa en el que lo consigue: tener trabajo. Aún así, la economía se resiente porque el alto nivel de temporalidad impide que la gente planifique adquisiciones a largo plazo: comprar una vivienda, un vehículo y otras adquisiciones de mayor necesidad. Unida a esta precariedad laboral asistimos atónitos al cada vez más creciente contrato que consiste en que oficilamente trabajas y cotizas cuatro horas, cuando en realidad lo haces por ocho o más. Este tipo de contrato afecta al paro que percibirá el contratado en caso de ser despedido, afecta a sus cotizaciones para la jubilación y, por supuesto, a los ingresos en la caja de la que todos cobramos o cobraremos llegado el momento (o bien el paro o bien la jubilación) porque los ingresos disminuyen de manera considerable. Hace pocos días, los inspectores de trabajo se han quejado de que se les obliga a vigilar “las chapuzas” que esté haciendo el parado de turno para sobrevivir en lugar de estar atentos a esta estafa generalizada a todos los ciudadanos y ciudadanas de este país. ¿Con esta amalgama de contratos “low cost” nos podemos creer que la economía mejora? Responda usted mismo. No obstante, les deseamos felices fiestas a todos en espera que que más pronto que tarde sea cierto que mejoramos. Escrito para LA VOZ DE CASTELLDEFELS

domingo, 16 de noviembre de 2014

¡QUÉ NO ME JODAN CON EL CANDADO DEL 78!


Gracias a unos compañeros de instituto empecé a participar en política en el año 1971, tenía entonces 17. Por aquel entonces, y mucho antes, ya se cantaba lo de “el pueblo unido jamás será vencido”. No era ni soy una heroína, fueron las circunstancias las que me llevaron a ello. Como yo, miles y miles de personas intentaban conseguir la democracia en nuestro país. Años antes fueron muchos los que dejaron su vida en el empeño, incluso después murieron unos cuantos.
La transición no fue una panacea para nadie ni para la derecha ni para la izquierda, todos dejamos en ella parte de nuestras reivindicaciones y mucho más la izquierda que la derecha. Quedaron cosas sin ajustar, tantas que sería largo enumerarlas ( los juicios injustos, las muertes injustas, las condenas injustas, los olvidados en las cunetas de manera injusta, etc, etc, etc.)
Llamar a todas aquellas personas que participamos de manera directa o indirecta “EL RÉGIMEN” cuando para los demócratas el regimen siempre fue el fanquista es cuando menos un insulto y yo no estoy dispuesta a que se me insulte.
Ni le quito ni le pongo al partido Podemos, pero que no me jodan con el candado del 78 porque por más que intenten insultarrnos, vilipendiar o disminuir lo que la aprobación de la Constitución supuso para nuestro país, nadie negará que fue un gran avance democrático estudiado como tal en muchos lugares del mundo.
¿Acaso creen los de Podemos que para conseguir adeptos y votos pueden destruir lo que a millones de personas costó construir? Que tiren por donde quieran, pero que dejen de jodernos con la cantinela de la casta y el candado del 78. Algunos de ellos ya han empezado a ser casta (según su definición que no comparto).

sábado, 15 de noviembre de 2014

Una de mis novelas en AMAZON (e-book)

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lunes, 10 de noviembre de 2014

LO QUE ALGUNOS NO QUIEREN VER

 
Un tercio de los catalanes y catalanas mayores de 16 años acudieron a votar el pasado 9 de noviembre, dos millones trescientos mil. De ellos, 1.861.000 han apoyado la propuesta del Sí-Sí. Decir que solo un tercio acudió a votar o que la suma de los síes representa al voto independentista y decirlo con menosprecio es prueba evidente de la ceguera de quien hace semejantes afirmaciones.
Yo no voté porque mi opción era y sigue siendo una consulta pactada y acordada. Una consulta en la que cada cual pueda hacer campaña de su opción y una consulta validada por organismos nacionales e internacionales, pero negar la evidencia es de necios. Tampoco fui a votar porque mi apuesta es federal, aunque ahora no toque extenderme sobre este asunto.
El 9N hubo personas que votaron con la misma sensación que tuvimos muchos ante las primeras elecciones democráticas, es decir, con un sentimiento inexplicable lleno de verdadera ilusión y entusiasmo. No les valía el argumento, cierto, de que aquí votamos cada año, para ellos fue como si nunca hubieran ejercido el derecho al voto.
Ignorar a todos estos votantes o ningunearlos no hará más que profundizar la brecha que hoy existe entre el sentir de los ciudadanos y la política llevada a cabo por los responsables.
Otra cuestión bien distinta son los argumentos esgrimidos por los pro independencia, tan falaces en muchos casos como los que algunos hicieron para conseguir la mayoría absoluta de la que hoy disfrutan. Una Catalunya independiente no nos hará más felices, ni comeremos helado de postre todos los días ni hará que encontremos trabajo con mayor facilidad ni seremos más libres ni…
También expresar nuestro rechazo a todos aquellos que interponinedo recursos judiciales intentaron impedir lo que a todas luces era una voluntad de un buen número de catalanas y catalanas (al margen de los llamaminetos mesiánicos).
Con todo el respeto hacia los que votaron sí-sí, sí-no, sí-blanco o no y con toda la carga de reflexión que ello supone, deberíamos de acordar una vía que satisfaga a la mayoría y que nos conduzca a tener la Catalunya que expresemos en las urnas legalmente constituídas.

Escrito para LA VOZ DE CASTELLDEFELS

viernes, 24 de octubre de 2014

CADDY ADZUBA, PREMIO PRÍNCIPE DE ASTURIAS DE LA CONCORDIA

El jurado del Premio Príncipe de Asturias de la Concordia ha otorgado este galardón en su XXXIV edición a la periodista congoleña Caddy Adzuba por ser "un símbolo de la lucha pacífica contra la violencia que afecta a las mujeres"

Gran discurso de la periodista al recoger el Premio Príncipe de Asturias. En favor de los desfavorecidos, de las mujeres en particular, sin olvidar la crítica a las grandes multinacionales.


domingo, 19 de octubre de 2014

DESDE EL ASALTO AL CIELO, SIN CONSENSO, A LA CENTRALIDAD.

El más destacado líder de PODEMOS dice, sin ruborizarse, "El cielo no se toma por consenso, sino por asalto". Como frase queda bien, hasta impacta, pero ¿qué nos quiere decir? algo así como yo tengo la verdad y hay que hacer lo que yo creo que hay que hacer, tenga vuestro consenso o no. Además de mesiánico, el mensaje suena a autoritario.
Este nuevo grupo político, que tiene el respetable respaldo de un millón y medio de votos en las pasadas elecciones europeas, parece imbuído de la razón absoluta y su reunión de este fin de semana en el pabellón de Vista Alegre de Madrid, la concentración del mayor número de demócratas del país. Imagen un tanto engañosa, desde mi punto de vista. Son más demócratas que nadie porque recogen las aportaciones de sus "afiliados" y las llevan a una asamblea general, una asamblea compuesta por individuos que se representan a sí mismos.
El partido socialista, con todos sus defectos, con episodios de corrupción que no voy a negar, pero con 135 años de historia, hace décadas que recoge antes de sus congresos la opinión de los afiliados en asambleas democráticas y se incorporan a los documentos congresuales por la votación mayoritaria  de los representantes elegidos democráticamente en los territorios.
El partido socialista se define de izquierdas, y sus propuestas siempre van encaminadas a mejorar la situación de los más desfavorecidos y a equilibar la siempre desequilibrada sociedad.
Podemos, que quiere asaltar el cielo sin consenso, también desea borrar del mapa la definición de izquierdas y derechas, cosa en la que se asemejan a la derecha. Quiere conquistar el centro sin pasar ni por la izquierda ni por la derecha, sin definirse, vamos, y con ello arrastrar a todo el descontento del país, que es mucho, hacia posiciones pocos claras al respecto del respeto a la legalidad vigente.
Lamento decir que las llamadas a la desobediencia solo nos abocan a un precipicipio al que no creo que estemos preparados para saltar.
Dígannos en qué consiste su programa económico, digannos cuáles son sus propuestas sociales, digannos claramente cuál es su camino, al margen de tener uno o tres secretarios generales y en ese momento sabremos en qué parte del universo político están: derecha, centro o izquierda.

domingo, 12 de octubre de 2014

EL LINCHAMIENTO DEL DISIDENTE


Dirán ustedes que son una minoría, que no representan a aquellos que pacificamente se manifiestan y piden una consulta, pero los derroteros por los que algunas personas, por llamarlas de algún modo, encaminan su ideología no puede recibir otro nombre que fascismo. Hago referencia a los insultos que ha debido aguantar Joaquim Brugué.
Pere Ríos, periodista de EL PAÍS, hacía una crónica de los hechos el pasado 8 de octubre: “Joaquim Brugué (Barcelona, 1963) dimitió el domingo como miembro de la comisión de control (la junta electoral) que vela por la consulta soberanista del 9 de noviembre al considerar que “no ofrece condiciones democráticas”, según aseguró en Twitter. Empezó entonces “un linchamiento”, que perduraba ayer, cuando escribió en su cuenta que “una sociedad cruza una frontera cuando considera que el fin legitima los medios”. En conversación telefónica con EL PAÍS, Brugué se ratifica en sus críticas sobre cómo están gestionando el proceso las instituciones catalanas y los partidos soberanistas, entre ellos, Iniciativa per Catalunya Verds, que le propuso para esa comisión de control. “Llevan días escenificando para que no se diga que no han ido hasta el final, pero saben que no habrá consulta”, explica”.
Brugué, prestigioso catedrático de Ciencias políticas i sociología ha sido atacado y “socialmente linchado” por el hecho de pensar que la consulta no tiene garantías democráticas.
En este orden de cosas, unos estudiantes independentistas, asaltaron la sede del PSC de Les Corts, en Barcelona, e hicieron pintadas de un tono que también debe recibir el calificativo de fascista.
Serán una minoría, repito, pero algunos de los que piden “libertad” para votar no son capaces de respetar la libertad de los otros para disentir de un proceso que reune todos los requisitos de la ilegalidad y, por tanto, del no reconocimiento del resultado.

Escrito para LA VOZ DE CASTELLDEFELS

miércoles, 10 de septiembre de 2014

No es el sistema, es la falta de implicación del sistema


Profesores y familiares de la Scuola Mazzini de Livorno, Italia.
Fotos: Ilaria Tramonti


Cada vez que conocemos los datos del informe PISA (Programme for International Student Assessment), es decir, el Programa Internacional para Evaluación de los alumnos, nos echamos las manos a la cabeza por sus resultados relativamente desastrosos para nuestro país. Este informe es orientativo de la situación del sistema educativo, pero no es la verdad absoluta sobre el mismo.
¿Qué falla entonces? Dice la OCDE que España dedica mucho dinero para pagar a los maestros-profesores, pero pocos recursos para la formación. También dice el mencionado organismo que hay demasiados profesores por alumno, extremo este realmente sorpredente cuando las aulas ha aumentado la ratio en todos los niveles educativos..
La realidad es que los recursos han dismnuído y los profesores han visto aumentadas sus horas lectivas mientras los salarios han bajado de manera considerable. La formación, en su mayoría, se ha convertido en formación interna de centro, es decir, son los propios profesores del los que imparten conocimmientos a los compañeros con un coste cero para la administración, puesto que estos formadores no están remunerados.
Algo parecido sucede en Italia (no por casualidad ellos están en el puesto 32 de PISA y nosotros en el 33). El sistema hace aguas por todas partes, como el nuestro, hasta el punto de que los profesores y algunos familiares de la “Scuola Media Statale Giusseppe Mazzini” de Livorno, en la Toscana, están pintando el centro para otorgarle la dignidad que merece. Así que la falta de implicación del sistema nos lleva a la situación  de la que pretenden que salgamos, eso sí, recortando recursos. Ya me dirán ustedes cómo lo hacemos.

Escrito para La Voz de Castelldefels