sábado, 11 de diciembre de 2010

UN GESTO DE HONOR Y VALENTÍA

Las ciudadanas y ciudadanos de Catalunya decidieron depositar su confianza en el bipartito Convergència i Unió para que nos dirija durante los próximos cuatro años. Con su voto, también optaron por infligir al PSC con unos resultados que, por esperados, no son menos dolorosos para la formación socialista.
José Montilla, al día siguiente de las elecciones, decide no recoger su acta de Diputado y abrir un proceso de reflexión que culminará en un congreso en otoño de 2011. El gesto del President y Primer Secretario lo honra, por cuanto asume la responsabilidad del descalabro electoral y abre paso a un periodo en el que nuevas propuestas han de trazar el camino por donde discurrirán las líneas de futuro que la sociedad esté dispuesta a respaldar.
Este acto, que demuestra la grandeza como persona y las miras en pos de la colectividad, debe ser reconocido como lo que es, una actitud de gran valor y honestidad. Y así debemos reconocerlo, más allá de la ideología o las simpatías electorales que tengamos cada uno de nosotros. A pesar de los errores, a pesar de los desencuentros en el tripartito, José Montilla ha representado con gran dignidad al pueblo de Catalunya y ha gestionado con acierto la mayoría de los actos de gobierno.
Escrito para La voz de Castelldefels

lunes, 29 de noviembre de 2010

El cavall derrotat


Un conte us explicaré, tan bé com jo sabré; si l'escolteu el sentireu, qui no el sentirà no el sabrà.
Després d'una llarga travessia, plena d'entrebancs, molta feina i poques, molts poques alegries, el cavall es va retirar a pensar i pensà que ja havia fet la seva feina i tocava trobar un altre que arrossegués la pedra que havia portat penjada al coll durant els últims anys.



miércoles, 24 de noviembre de 2010

EL JOSÉ MONTILLA QUE CONOZCO



Era 1979, año de las primeras elecciones municipales democráticas, cuando coincidimos por primera vez en una reunión de alcaldes y concejales en el Baix Llobregat que intentaba solventar la falta de maestros en la comarca. Me sorprendió que , a pesar de su juventud, hiciera análisis tan certeros y propuestas serenas y llenas de contenido.
Desde aquel entonces hemos compartido muchos momentos, algunos de relaciones personales, y lo más, de trabajo común, aunque en la distancia, por tener ambos responsabilidades muy distintas, las suyas, como se sabe, de mayor enjundia y carga política.
José Montilla es una persona comprometida con la sociedad, con los problemas de las ciudadanas y ciudadanos y sus necesidades.
Es persona ajena a lo sectario, y ha podido demostrarlo a lo largo de los años como Alcalde, Presidente del área de urbanismo de la Diputación de Barcelona, Presidente de la misma Diputación, como Ministro o como President de la Generalitat. Sus prioridades siempre han pasado por actuar allí donde más se necesita, sin mirar el color político de quien pudiera hacer la demanda.
Es extremadamente trabajador, tal vez en detrimento de la atención a la familia, autocrítica respecto a ésta última que él mismo realiza.
Aporta al cargo de President “Experiencia, conocimiento del país, ideas claras, capacidad de concentrar y sumar. Y un tipo de liderazgo que no es en absoluto mesiánico o unipersonal. Seguramente es un liderazgo más colectivo, que en estos momentos es lo que hace falta” (respuesta del propio J. Montilla  a Quim Monzó y Sergi Pàmies en una entrevista para La Vanguardia).
Es un hombre parco en palabras, es cierto, porque suele escuchar mucho. Abraham Licoln dijo Medir las palabras no es necesariamente endulzar su expresión sino haber previsto y aceptado las consecuencias de ellas.” Tal vez esa sea su filosofía tanto como la de que escuchando se aprende.
Es el mejor candidato para representarnos como President de la Generalitat.

sábado, 13 de noviembre de 2010

Xè, que bé que vas estar entre nosaltres! Fins a sempre, Mr. Berlanga!

No et podem dir adèu, perquè la teva magnífica obra es queda. Gràcies per fer-nos pensar i gaudir.

viernes, 12 de noviembre de 2010

Cinc compromisos per Catalunya


1. No pactaré amb el PP, en cap circumstància. Ni un pas enrere en polítiques socials.
2. Defensaré l’Estatut, tot l’Estatut i res més que l’Estatut. No volem falses dreceres.
3. No convocaré, promouré o toleraré un referèndum il·legal i inconstitucional sobre la independència.
4. Lideraré la lluita contra la crisi amb les reformes que calguin per a garantir la recuperació econòmica.
5. Faré un Govern socialista, d’esquerres, progressista i catalanista. GARANTIA DE PROGRÉS.

martes, 9 de noviembre de 2010

¿Nos da lo mismo ocho que ochenta? No ¿Verdad? Pues vayamos a votar.


Las elecciones en Catalunya siempre se han destacado por una baja participación. Nunca he entendido este fenómeno. Si ponemos el oído atento en cualquier grupo de personas que comparten aperitivo o café, en muchos casos nos encontramos con que están hablando de lo que sucede en el país,  alabando o criticando la gestión del gobierno, sea el de Catalunya o el de España. Somos un país compuesto de personas a las que les gusta opinar y criticar y eso es bueno, muy bueno, porque de lo contrario nos haríamos un flaco favor. Sin interés y crítica no se avanza. Así que si nos aprestamos a dialogar sobre los asuntos públicos, deberíamos hacer lo mismo a la hora de ejercer o no el derecho al voto.
Decidir en la urna quién y cómo se gestiona nuestro dinero, a qué asuntos se les da prioridad, si nos preocupa la sanidad pública, la escuela pública, los servicios públicos en general. Esa sería una buena manera de que nuestra opinión contara. Y para decidir la opción más correcta miremos las propuestas que lo definen con claridad, porque las hay que se escoran hacia lo privado.
Si repasamos las inversiones realizadas de los últimos años, también veremos la diferencia entre una gestión y otra en construcción d’escoles bressol, de hospitales, de escuelas públicas, de comisarías de mossos d’esquadra y un largo etc., en la que nuestra ciudad, Castelldefels, es un claro ejemplo de las mismas. Por lo tanto, una palpable realidad que demuestra que hay diferentes maneras de gobernar.
No es lo mismo A que B o C, por más que algunos se empeñen en decir que las diferencias entre los partidos no existen. Así que, para no dejar el asunto en manos de los demás, sería bueno que nos planteáramos si vale la pena ir o no a votar, y por supuesto, si es lo mismo votar a unos que a otros, a no ser, claro, que nos de lo mismo ocho que ochenta.
Escrito para La voz de Castelldefels