domingo, 13 de diciembre de 2009

MÁRTIRES POR UNA CAUSA JUSTA



Morir es la última solución que debería plantearse una persona para defender una causa. En las guerras, cuando unos se enfrentan a otros, cada cual tiene una razón por la que está dispuesto a morir. Las guerras nunca son justas y no deberían existir, pero hace centenares de años que nos encontramos con ellas en múltiples lugares del planeta y no hemos sido capaces de abolirlas por más que muchos hayan puesto su empeño en ello.
Otros establecen una manera de morir por una causa sin que intervengan  las armas: los que hacen huelga de hambre por un ideal, por la dignidad y por profundas creencias. Tampoco hemos sido capaces de acabar con esta forma de autodestrucción. ¿Ser mártir por una causa justa ayuda a la misma? ¿Morir tras una huelga de hambre mejora la situación de la causa? ¿Equiparar todas las huelgas de hambre con la que sostuvo Gandhi ayuda a conseguir los objetivos?
Respeto enormemente a quien, convencido de lo que hace, se embarca en esa tragedia, en esa llamada de atención a la humanidad, pero no ayuda a conseguir los objetivos que una sola persona se enfrente  a ello con la muerte. Quien de esa manera procede habrá conseguido salvar su dignidad, habrá dejado claros sus ideales, pero dejará de luchar para siempre el día que su existencia haya desaparecido. Ni una muerte vale la pena para vencer al enemigo. Ellos son los mártires por una causa justa, pero la causa se queda sin uno de los valores por los que todos debemos luchar: la vida.


2 comentarios:

Gracias por el comentario. En cuanto pueda, lo publico. Saludos. África.